¿Levantarse a las 5 de la mañana, comer a las 6 de la tarde, si comemos, o cerrar sesiones de trabajo a las 12 de la noche, nos hace más productivos?
Desde hace un tiempo hay una corriente que afirma que el secreto del éxito de muchos líderes es empezar su rutina muy temprano. El club de las 5 de la mañana. El caso es que esta corriente está tomando cada vez más fuerza en este mundo BANI (Brittle/Fágil – Anxious/Ansioso – Non Linear/No lineal – Incomprenhensible/Incomprensible) en el que vivimos y que nos impone que debemos ser cada vez más productivos entregando prácticamente nuestra vida al trabajo.
Como podréis imaginar, soy de los que piensan, que lo de madrugar radicalmente no es para todo el mundo y que es más apropiado, y sostenible, adquirir unos hábitos de productividad y eficiencia que nos permitan rendir cuando estamos trabajando, pero también tener tiempo de descanso donde poder atender también, con razonable calidad, nuestra vida personal.
En primer lugar, creo que es necesario conocer cuál es nuestro CRONOTIPO. Los seres humanos funcionamos de forma irregular a lo largo de las 24 horas del día, de modo que hay momentos del día en los que tenemos máxima capacidad de atención, concentración y, por tanto, somos más productivos. Por otro lado, tenemos momentos “valle” en los que inevitablemente nuestro rendimiento baja.
Esta variación natural de nuestra actividad es lo que se llama cronotipo y está relacionado con los ritmos circadianos, es decir, la alternancia natural del día y la noche.
- Hay personas que tienen una predisposición mayor a tener más energía en las primeras horas del día. A este tipo de personas, a las que se les llama “alondras” constituyen el 25% de la población.
- Hay otras personas que prefieren la noche. Tienen mayor capacidad de concentración y mayor energía en las horas nocturnas y suelen irse a dormir, normalmente, más tarde, de madrugada. Constituyen otro 25% de la población. A este colectivo se les ha llamado “búhos”.
- Por último, está el grupo intermedio, que siente mayor energía en las horas intermedias del día y su hora de ir a dormir, generalmente, no supera las doce de la noche. Este grupo, denominados “colibrís”, es el más frecuente (50%).
De este modo, según tu cronotipo, te resultará más o menos fácil levantarte temprano. Es importante conocer cuál es nuestro cronotipo y organizar, así, las tareas en función de nuestros picos de concentración y caídas, especialmente, las tareas más importantes, esto es, aquellas que van directamente encaminadas a la consecución de nuestros objetivos, por lo que debemos tener claramente identificados nuestros objetivos.
Además, hay otros hábitos que pueden ayudarte a ser más productivo y que son independientes de tu cronotipo por lo que te resultarán útiles en cualquier caso:
- Proactividad: En lugar de que las cosas sucedan y responder de forma reactiva, resulta mucho más útil ser proactivo y hacer que las cosas sucedan. Sentirnos responsables de los acontecimientos y de CÓMO gestionamos nuestro día a día puede ayudarnos a tomar control de nuestro tiempo.
- Objetivos: Como os indicaba antes, establecer objetivos semanales y diarios es otro hábito que puede ayudarnos a ser más productivos. Centrarse en lo que verdaderamente nos importa (en relación a nuestros valores y propósito) es importante para desechar aquello que no interesa, que es accesorio o no tan relevante.
- Movimiento: Hacer ejercicio también es un buen aliado para aumentar nuestra productividad. Intenta incorporar pequeños hábitos que te permitan moverte más. No me refiero solo a ir al gimnasio sino tal vez, sustituir traslados en coche por pequeños paseos, aparcar a 20 minutos de la oficina, subir escaleras en lugar de utilizar el ascensor, alternar el trabajo sentado delante del escritorio con momentos de pie. Todo esto debe ayudarte a mejorar la concentración.
- Descanso: Tan importante como la productividad es el descanso. Ambos están relacionados además. Ser productivo significa trabajar menos pero mejor. No confundas la productividad con pasar demasiadas horas en el trabajo y toma pequeños descansos a lo largo del día y respeta el tiempo para dedicar a tu vida personal, familia o aficiones. Es la clave para una vida equilibrada.
¿Qué opinas? ¿Añadirías algún hábito más a esta lista?
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