Procrastinación: qué es y cómo combatirla.
¿Qué es la procrastinación?
Si eres freelance o emprendedor y no eres capaz de manejar adecuadamente la procrastinación estás perdido. Este terminó se popularizó hace algunos años para dar nombre a esa tendencia a dejar para otro momento aquello que tienes que hacer ahora. Es una de las principales luchas de aquellos que no tienen que rendir cuentas a jefes o superiores y un concepto que no solo tiene que ver con la productividad sino también con un adecuado manejo de las emociones. Una persona puede tener la obligación o el deseo de lograr ciertas metas, sin embargo una multitud de emociones puede interponerse en su camino.
Razones típicas para procrastinar.
Pueden identificarse ocho causas típicas (o excusas) de la procrastinación. Son las siguientes:
Razones internas para procrastinar:
- Miedo al cambio
- Miedo al fracaso
- Falta de motivación
- Tendencia a adoptar demasiados compromisos
Razones externas para procrastinar:
- Tareas desagradables
- Tareas demasiado complicadas
- Flujo de tareas difuso
- Metas difusas
Algunos consejos para enfrentarse a la procrastinación
Estas son algunas de las razones internas más frecuentes para dejar aquello que tenemos que hacer para el último momento. En este caso, la lucha que se debe emprender para superar la procrastinación es contra uno mismo.
Una de las formas para enfrentarse a este obstáculo puede ser hacer una lista de tareas laborales, responsabilidades personales así como objetivos a largo plazo que han podido quedarse desatendidos… Este puede ser un ben punto de partida para manejar esta tendencia tan habitual.
Establecer prioridades, tener claro que es lo realmente importante es también algo que has de preguntarte antes de abordar una tarea pues en muchas ocasiones empezamos haciendo aquellas cosas urgentes o sencillas dejando a un lado las que realmente supondrían una gran mejora para nosotros.
Otra forma de abordar radicalmente la procrastinación es precisamente comenzar el día haciendo aquellas cosas que se han ido posponiendo. Cuando la tarea es desagradable, lo recomendable es que sea esta la primera que se realice en el día. Si la tarea es complicada puedes dividirla en subtareas más pequeñas y trazar un plan de acción para ir abordando cada etapa fijando límites o plazos para cada tarea que sean ineludibles.
Si el flujo de tareas resulta poco claro o no está bien planeado puede resultar útil elaborar un diagrama de flujo o esquema que permita identificar las metas. Si estas no están claras conviene volver a definirlas de forma explícita.
El miedo al fracaso, una de las principales razones ocultas para la procrastinación.
El miedo al fracaso suele estar detrás de la mayor parte de las ocasiones en que se decide dejar para el final una tarea. Si esta no sale con el resultado esperado siempre tendremos la excusa de que no hemos tenido suficiente tiempo para abordarla o que la hemos realizado demasiado rápido. Es una forma de justificarnos. Sin embargo debemos de ser conscientes de que el fracaso simplemente es una forma de seguir aprendiendo. Es necesario, debemos de dejar de temerlo.
Lo único a lo que hay que temer es al propio temor. (Roosevelt).
Si tiendes a aceptar más compromisos de los que puedes cumplir porque eres incapaz de decir que no, porque deseas caer bien o simplemente porque vives intensamente y tienes intereses muy amplios, debes ser conscientes de que tu tiempo no es infinito, debes establecer prioridades y poner limitaciones.
A veces es necesario decir que no.
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