Coaching: cuestión de motivación.

Uno de los términos de mayor actualidad en los círculos académicos, culturales, deportivos y empresariales es el concepto de coaching, que puede ser entendido como un entrenamiento personal, grupal o institucional.

El coaching, como disciplina, se originó en Estados Unidos, en el ámbito deportivo. El objetivo era incrementar el rendimiento individual de los profesionales del deporte. Desde entonces, la práctica del coaching se ha extrapolado a los más diversos campos y aunque es un término asociado sobretodo con el ámbito empresarial, cada vez es más utilizado en cualquier área de la vida personal y profesional.

El propósito del coaching es mejorar y desarrollar las habilidades de manera que las personas sean más felices, más productivas y más capaces de alcanzar sus metas de una forma equilibrada.

¿Qué es el coaching?

Un primer acercamiento nos permite definir el coaching como la relación de ayuda que se establece entre un coach y un coachee, en la cual, el primero ayuda a facilitar y potenciar el desempeño del segundo, para que éste logre sus metas y objetivos.
La International Coach Federation (ICF) define el coaching como:

Una relación profesional continuada que ayuda a que las personas produzcan resultados extraordinarios en sus vidas, carreras, negocios u organizaciones. A través del proceso de coaching, los clientes ahondan en su aprendizaje, mejoran su desempeño y refuerzan su calidad de vida.

Características del coaching.

Todas las definiciones existentes del coaching, coinciden en fundamentar la práctica de esta disciplina de acuerdo don las siguientes características.

El coaching es un proceso que se desarrolla al o largo de un determinado periodo de tiempo y tiene lugar entre dos personas (coach y coachee) o entre una persona (coach) y un equipo.
El proceso de coaching se fundamenta en una práctica conversacional planificada y estructurada. El proceso no debe prolongarse más allá de seis meses a un año.
La metodología básica del coaching es la conversación y el diálogo que se desarrolla en base a las siguientes etapas: establecimiento de metas, examen de la situación actual, análisis de las alternativas disponibles, construcción de un plan de acción y evaluación y seguimiento.
El coaching se centra más en las posibilidades del futuro y no en los errores del pasado ni en el rendimiento actual.

El coaching se sustenta en el principio básico de autonomía del ser humano por el cual el coachee asume su responsabilidad por las acciones y resultados del proceso.

Coaching y motivación.

Una de las teorías psicológicas que ha influido en la metodología del coaching es la Teoría de la Autodeterminación. Se trata de una teoría que analiza el grado en que las conductas humanas son autodeterminadas, es decir, el grado en que las personas realizan sus acciones de forma voluntaria y por propia elección.

¿Qué es la motivación?

De forma general, el término motivación se usa tanto para describir las fuerzas que actúan sobre, o dentro de un individuo, para iniciar y dirigir la conducta de este y además, también se utiliza para explicar y entender las diferencias en la intensidad de la conducta. Es decir, las conductas más intensas pueden ser consideradas como el resultado de niveles elevados de motivación y viceversa.

Motivación a través del coaching.

La motivación aparece en el proceso de coaching como un elemento decisivo para la toma de acciones y consecución de objetivos. Según la Teoría de Maslow, la motivación se relaciona directamente con las relaciones humanas de forma que:

Ante una necesidad, el ser humano siente la motivación de satisfacerla.
Sin necesidad, no hay otivación.
La motivación impulsa al ser humano a conseguir sus sueños, deseos, anhelos, metas etc. Se podría decir que es el motor del mundo emocional de la persona.

De esta forma, para que un individuo se proponga un objetivo y después desarrolle las conductas necesarias para alcanzarlo, necesita una motivación. La importancia que la persona da a aquello que desea determina el grado de motivación de modo que esa persona nunca se pondrá en marcha sin una razón o motivación de peso para ella en ese momento.

El principal motivo que lleva a la ejecución de una acción que permita alcanzar un objetivo está dentro de cada individuo. Esa motivación es fundamental para el éxito de un proceso de coaching y depende de 5 factores que pueden trabajarse en las diferentes sesiones de que consta un proceso. Estos factores son:

La autoestima: Valoración positiva de la persona hacia sí misma, y que debe ser consolidada para abordar nuevos retos con más garantías de éxito.
La autoconfianza: Relacionada con la autoestima, incrementa la seguridad en uno mismo y se ampara en los pequeños éxito conseguido.
La autogestión: Alcanzada cuando el individuo es capaz de actuar sin ninguna supervisión, ni es necesario que medie ningún estímulo externo.
La autosugestión: Mecanismo que hace que generemos constantemente emociones positivas, que conducen al optimismo y la esperanza.
La autorrealización: Cumplimiento progresivo de deseos y objetivos.

La importancia de la motivación en el coaching radica en que sin una motivación para cubrir la necesidad de cambio, de superación, no habrá éxito.